Caramelos 2022 – Nuestros Discos Favoritos Del Año

By Juanjo Frontera

Hola, Caramelos! Termina 2022 y empezamos -esperemos que con buen pie- 2023. Y yo, siempre que termina un año y empieza otro, me hago la misma pregunta: ¿merece la pena esto de las listas? Obviamente, como en casi todo, se está sobredimensionando la utilidad prescriptora que tiene el hecho de que, por parte de los que estamos especialmente atentos a los acontecimientos musicales del ejercicio, demos testimonio de cuáles han sido nuestras preferencias. Hay, probablemente, demasiada gente haciéndolo. Al final todo se diluye. Y de ahí mi pregunta.

Pero este año, mi respuesta ha sido tan afirmativa que he hecho nada menos que dos listas: la primera la publiqué antes de acabar 2022. Se centra única y exclusivamente en música negra y apareció en mi blog personal Black Is The Color Of Music. Podéis consultarla allí.

La segunda estáis a punto de sufrirla o disfrutarla, según se mire, tanto en formato podcast como en artículo, que aparecerá en el blog de esta tabla de salvación que es Rock’n’Cloud. Caramelo de Limón, os confieso, parecía en sus inicios un proyecto difícil de mantener por cuestiones de tiempo y compatibilidad con otras obligaciones, pero a día de hoy sigue siendo una realidad que ya va por su tercera temporada. Y justo es, por tanto, que lo celebremos recapitulando los discos que más nos han gustado este 2022. Un listado que no repite ningún disco respecto a la lista de música negra aparecida en mi blog, no por cuestiones de segregación ni nada por el estilo, sino porque encuentro mucho más interesante dar forma a dos listas completamente diferentes y, a la vez, complementarias. Así que si queréis conocer realmente nuestro universo, tendréis que acudir a las dos.

Por otro lado, os cuento que aunque esta lista, en su versión podcast y por cuestiones de tiempo sólo contiene 20 discos y uno más fuera de carta, en esta, su versión artículo, la lista se amplía (ver final), sin más comentarios, con otros 20 discos más y una sabrosa playlist con las canciones que más nos han gustado este año. Así que os recomiendo que, si os ha gustado el podcast, no os perdáis tampoco este artículo. También tenéis enlaces de escucha para todos los discos.

De modo que, agotadas las pertinentes explicaciones y los consabidos preámbulos, lo que tenemos que hacer es proceder. Y lo hacemos como toca: a modo de cuenta atrás. Del 20 al uno.

Para disfrutar de cada álbum tan sólo debes clicar en su portada.

Empezamos nuestro viaje por los discos más destacados del año. En lo que al universo de Caramelo de Limón se refiere, por supuesto. Lo hacemos con Drugdealer, el proyecto del californiano Michael Collins, que procedía de la escena psicodélica de Los Ángeles, pero aquí ha decidido hacer algo más cercano a aquél soft rock que tuvo lugar en la escena de su ciudad entre finales de los sesenta y principios de los setenta del siglo pasado. Sus dos anteriores álbumes ya nos gustaron mucho, pero en este Hiding In Plain Sight, además, se pone un poco en plan Yacht Rock, con ecos a Boz Scaggs y Steely Dan. Y eso siempre es motivo de celebración en esta nuestra casa. Porque no, no es un disco que pueda cambiar tu vida, pero ni falta que le hace. Es un compendio de canciones de esos que trae una agradable brisa de media tarde en junio, aunque sea febrero. Pura ambrosía.

Canción destacada: “Baby”

¿Os acordáis de Nosoträsh? ¿Aquella banda indie procedente de Gijón de los noventa? Pues una de sus integrantes, Natalia Quintanal, formó esta banda, La Villana, junto a su hermano Pablo y Pedro Vigil. Juntos hicieron un disco en 2014 y desde entonces a la actualidad no habíamos tenido más noticias, pero el caso es que este año se han destapado con este maravilloso Valkenburg, que es de lo más bonito que podéis escuchar en lengua castellana en la actualidad. Un disco que camina entre el folk autóctono, el pop del Brill Building y la canción oscura de Leonard Cohen, Nick Cave o Matt Elliott. Un disco realmente precioso, de esos que le dejan a uno exhausto tras su escucha, debido al stendhalazo que obtiene. Belleza pura, condensada en una serie de canciones inmensas.

Canción destacada: “Olvídate de mí”

Con su disco Grandeza (2019), el brasileño Sergio Sayeg, alias Sessa, recuperó de forma magistral una forma de entender el pop que sólo en su país ha tenido lugar, a manos, por ejemplo, de luminarias como Marcos Valle o Erasmo Carlos. Es lo que solía denominarse como Música Popular Brasilera (o MPB, como es más frecuente verlo escrito). No obstante, Sessa no hace esto desde un punto de vista vintage ni de mera imitación. Su personalidad se impone -y de qué manera- en este segundo conjunto de canciones que viene a confirmar lo que su debut ya puso de manifiesto. Que estamos, además de ante un soberbio compositor, ante un gran creador de atmósferas. Es un disco que embarca a quien lo escuche en un estado onírico realmente placentero. Y no, no quiero decir que uno se duerma mientras suena, sino más bien que flota entre nubes. Uno de esos discos en los que quedarse a vivir. Al menos un ratito.

Canción destacada: “Cançao da cura”

El regreso de la mexicana Julieta Venegas, una artista que no necesita presentación, ha sido en mi opinión una de las grandes noticias para el pop en castellano de este año. Antes andaba más metida en el mainstream, pero desde hace unos años ha dejado que las cosas ocurran de una forma más natural. Ha pasado de la cobertura de una multinacional a una independiente y le ha sentado bien. De hecho, se ha tomado su tiempo para acabar estas canciones que empezaron a cuajar con la pandemia. Con siete años de separación respecto a su anterior disco de estudio, Tu Historia es un pletórico compendio de la maestría de una de las cantautoras que mejor utiliza la lengua de cervantes para el pop, colocándola en canciones tan resplandecientes como estas diez que aquí se incluyen.

Canción destacada: “Dime la verdad”

Siempre es una pasada reencontrarse con la forma de escribir canciones que tiene el valenciano Jorge Pérez. Antes fue integrante de bandas como Ciudadano o Maderita, pero es con su proyecto Tórtel con el que realmente ha explotado como autor. Además, ha trazado una evolución que ha sido capaz de dar varios giros de timón, sin perder un ápice de personalidad, pero siempre sabiendo situarse en el contexto adecuado a los tiempos. Es justo lo que sucede con Calavera Suave, su sexto disco en solitario y un trabajo que hasta me aventuraría a decir que es lo mejor que ha hecho jamás. Un disco totalmente cohesionado en cuanto a espíritu y sonido que es todo un estado de ánimo.

Canción destacada: “Calavera suave”

Adrian Quesada es el guitarrista y productor de los siempre ultra-recomendables Black Pumas, pero además, es un músico muy inquieto al que le gusta reivindicar sus raíces latinas sin necesidad de resultar demasiado evidente. Es lo que hace en un disco tremendamente atractivo que juega con “la balada”, un estilo de bolero que se escuchaba en Sudamérica entre finales de los sesenta y los setenta del siglo pasado y se cultivó por oscuras bandas como Los Pasteles Verdes o Los Ángeles Negros y que se ensamblaba con los sonidos modernos de aquél entonces. Quesada aquí da a aquellas viejas canciones un estilo propio, combinando también soul y psicodelia y le sale un disco mayúsculo en el que además colaboran monstruos como Mark Ribot o Money Mark y vocalistas como Ile o Natalia Clavier.

Canción destacada: “El muchacho de los ojos tristes” (versión de Jeanette, cantada por la guatemalteca Tita Moreno)

¿Os ha pasado eso de dejar de ver a alguien durante años y después retomar la relación como si nada, sin entender bien el por qué de ese período de vacío? Pues eso mismo me ha ocurrido a mí con Sondre Lerche. Hubo un tiempo en que los discos del sueco eran para mí disfrute e inspiración constante. Pero un buen día, sencillamente, dejó de llamarme la atención. Y no es que dejara de hacer buenas canciones, precisamente. Sin embargo, este año, la noticia de un nuevo disco doble, de canciones largas, casi progresivas, y sin embargo, pop, hizo que mi atención volviera a depositarse sobre él. Me he encontrado así con un disco mastodóntico, difícil de abarcar, pero a la vez enormemente imaginativo, diverso y hermoso. Y es como si no hubiera pasado el tiempo. De repente, Sondre vuelve a estar ahí. En un Olimpo particular del cual jamás debí bajarle. No en vano le podemos considerar perfectamente como heredero directo de un gigante como Paddy McAloon, en términos de capacidad para retorcer la canción pop hasta convertirla en una pieza de arte mucho más compleja de lo que requiere el mero consumo popular. Y a pesar de ello, plenamente disfrutable.

Canción destacada: “Cut”

Tras dos álbumes soberbios usando el inglés como vía de expresión, el madrileño Germán Salto se pasa al castellano para alumbrar este disco urdido junto a Iñígo Bregel, de los Estanques, en el que explota como soberbio letrista en un conjunto breve, pero intenso, de canciones, que componen a mi juicio parte de lo mejor del año en lo que a pop clásico se refiere. Es un disco monumental, de sonido preciosista, y para nada ampulosos,  repleto de momentos que reivindican con personalidad lo más grande del pop de aquí y de allá. Un trabajo que merece por pleno derecho estar entre lo más destacado de este año. Por nosotros, claro, que no quede.

Canción destacada: “Sólo el tiempo”

El otrora enfant terrible del brit pop de principios de siglo es ahora un padre de familia orondo y campechano residente en Francia. Pete Doherty lleva tres años limpio de sustancias tóxicas y respira otros aires muy distintos a los que respiraba al frente de formaciones como Libertines y Babyshambles. Su música, igualmente, se ha tornado mucho más cristalina, concreta y amable. La actual alianza con el músico y productor galo Frédéric Lo ha servido para dar un empaque elegante y europeísta a su recién estrenada sensatez. Además, pese a todos los excesos, su voz parece madurada en barrica. Se ha convertido al fin en un tipo que, tal como él dice aquí, conoce todos los trucos del libro. Así lo demuestra en una arrebatadora secuencia de canciones tituladas The Fantasy Life Of Poetry And Crime y que respiran mar, paseos por calles modernistas y poesía romántica.

Canción destacada: “The epidemiologist”

Como ya he dicho, este año ya he confeccionado, a través de mi blog personal, una lista que se centra en la música negra. Eso por supuesto incluye el soul, pero no este disco a cargo de la extraordinaria banda británica Mamas Gun, a la que evitaremos calificar de algo tan rancio como “soul de ojos azules”  y que ha facturado un segundo disco absolutamente gigante. Su título es Cure The Jones y recupera a los Impressions, Al Green, Bill Withers o los Delfonics, con pleno poderío y sin caer en el mero ejercicio revisionista. Uno de los grandes discos de soul, sin duda, del año. Sea blanco o negro.

Canción destacada: “Looking for Moses”

Nadie esperaba a día de hoy que un disco de un dinosaurio como Todd Rundgren captara nuestra atención. Pero un genio es un genio. Y él es uno de los grandes. Además, este es un disco más que curioso. Al contrario de lo que podría haber sido el proceso natural, un disco de un artista que busca en la compañía de amigos la ayuda necesaria para completar una colección de canciones que entiende que requiere de ayuda externa, en este Space ForceTodd ha pedido a una pléyade de amistades de lo más variado que le envíen sus canciones inacabadas para que él la termine. El listado incluye compañeros de generación como Rick Nielsen, de Cheap Trick, o Sparks, artistas de los ochenta como Neil Finn, de Crowded House o Thomas Dolby, de los noventa, como The Roots o Rivers Cuomo de Weezer, hasta chavales jovencísimos como Lemon Twigs o Alfie Templeman. Y el resultado es, a todas luces, un disco asombroso e híper-disfrutable.

Canción destacada: “I’m leaving” (con The Lemon Twigs)

La verdad es que este año he empezado a pensar que este afán de la chavalada española por recuperar los sonidos del post-punk ochentero se nos está yendo un poco de las manos. Hay demasiadas bandas que se parecen demasiado unas a otras. Hasta en los nombres. Realmente, de todo lo que ha aparecido en estas coordenadas, aunque no hay nada que me disguste, sólo me han sorprendido de verdad dos discos, el de Depresión Sonora y este de Leia Destruye, que es el proyecto en solitario de Leia Rodríguez, bajista de Mourn e hija de Ramón Rodríguez, alias The New Raemon. Su debut me ha sorprendido, en parte por el uso predominante de un instrumento como el bajo, que nunca suele ser protagonista, pero sobre todo por unas canciones absolutamente impresionantes, con letras bellísimas y que denotan una madurez y originalidad realmente fuera de lo común.

Canción destacada: “Tan flojo”

Michael Head vive en el planeta de las canciones perfectas. Por eso no necesita pretender ser quien no es. Ni reivindicar de forma nostálgica pasadas glorias al frente de bandas fundamentales para aquello -tan arrastrado por el fango hoy- que en su día se denominó indie, como Pale Fountains o Shack. Ni siquiera recurrir a discos prodigiosos como aquel Magical World Of The Strands (1997), ya alumbrado en solitario y que debería ser obligatorio en toda discoteca que se precie de ser decente. No, a Michael le basta con ser él mismo, que ya es mucho. Dueño de una existencia azarosa, por decirlo suave, ha vivido para contarla y, sobre todo, ha aprendido algo: las canciones son la mejor de las tablas de salvación. Por eso sus discos tienen ese efecto inmediato de iluminarlo todo, especialmente las de este Dear Scott, escogido mejor disco del año por la prestigiosa revista Mojo y destacado en muchas otras listas de manera totalmente justificada, puesto que sus canciones demuestran tal maestría y surten tal efecto sanador en quien las escucha, que hacerlo debería ser obligatorio. Es un disco que se me antoja esencial.

Canción destacada: “Broken beauty”

Nilüfer Yanya es una joven, de origen turco-irlandés y procedente del oeste de Londres, que tiene una forma peculiar de cantar, tocar la guitarra y pasar todo eso a unas canciones que resultan tan envolventes, como excitantes. Su disco Painless es uno de los que más me han atrapado a lo largo de este año. Muchas de sus canciones se quedarán a vivir conmigo durante mucho tiempo y es porque les encuentro, definitivamente, algo especial. Tuve ocasión de comprobarlo en directo cuando vino a mi ciudad, Valencia, y realizó un espectáculo que, sin necesidad de mucha pirotécnia, me dejó boquiabierto. Y es que algo pasa cuando canta esta mujer, cuando suenan sus canciones. Algo difícil de expresar con palabras. Lo mejor, por tanto, es dejar que suene la música.

Canción destacada: “Midnight sun”

Weyes Blood completa con este And In The Darkness, Hearts Aglow la segunda parte de una trilogía que se inició con el maravilloso álbum Titanic Rising, un disco que yo mismo -al igual que muchas y muchos otros- señalé como lo mejor de su año, 2019. Este nuevo disco continúa en la misma vena que aquél, recuperadora de sonidos que tienen su foco en la soleada california de los sesenta y los setenta, con nombres como Nilsson, Joni Mitchell, Neil Young o Judee Sill en mente, pero con un cierto ánimo experimental que entronca perfectamente con nuestros días. Arreglos suntuosos para una colección de canciones que llega incluso a superar la aparentemente imbatible que guardaba Titanic Rising. Aquí se suceden las melodías siderales, las preciosas voces entrelazadas de su autora, los arreglos orquestales monumentales y la impresión vuelve a ser de estar ante algo realmente grande. Un disco al que abandonarse sin pensárselo un segundo.

Canción destacada: “The worst is done”

No debería requerir presentación, pero por algún motivo la historia se ha olvidado de Julio Bustamante. Al menos al nivel que él merece. Pocos cantautores se me ocurren capaces de condensar en su persona y música la esencia del Mediterráneo como él lo hace, de una manera sencilla, sin pretensiones y profundamente evocadora. Su discografía es un tesoro que deberíamos reivindicar incansablemente. Y la verdad, ya tardaba en tener un nuevo capítulo. De hecho, este disco tiene una historia compleja que empieza antes de la pandemia. Por eso la primera cara consta de canciones compuestas antes de la misma y la segunda, de las que llegaron con el encierro. No obstante, el lote ofrece una rara cohesión que siempre desemboca en lo mismo: proporciona al oyente una plácida sensación de libertad, un halo místico que sólo un autor tan peculiar y genuino como Julio, rodeado de sus fieles Lavanda, es capaz de otorgar. Por eso no es exagerado decir que estamos ante su disco más notable desde el legendario Entusiastas.

Canción destacada: “Estatuas de piedra”

A veces parece que diga esto constantemente, pero cuando conocí a Jeb Loy Nichols, fue un momento crucial en mi vida. Un antes y un después (ese topicazo). Sucedió con su anterior disco, Jeb Loy, que ya considero como uno de mis favoritos de la vida. Por eso esperaba con avidez, pero también con cierto escepticismo, el nuevo capítulo de una discografía que me parece impecable a cargo de un artista interesantísimo. Y no sólo en el campo musical, les recomiendo que busquen su obra en el campo de las artes plásticas, que es una barbaridad. Este nuevo capítulo de su obra, titulado The United States Of The Broken Hearted, lejos de recapturar el espíritu luminoso, romántico y disfrutón que abarcaba casi por completo su anterior álbum, resulta oscuro y atmosférico, una especie de ducha de pesimismo tras el optimismo, con un trasfondo social, además. Y claro, no ha sido en absoluto una decepción, sino todo lo contrario. Me parece la perfecta cara B de una hipotética cinta de 90 junto a su predecesor. Y es que tras el sol, inevitablemente llega la tormenta. En un tono folkie que no olvida del todo las tonalidades soul usadas por Jeb Loy en el pasado, nos regala una colección de canciones realmente impresionante y además, necesaria, como retrato de los tiempos aciagos que corren.

Canción destacada: “Big troubles come in through a small door”

Disfrutar es lo más importante que uno puede hacer escuchando música, sobre todo, a medida que se va cumpliendo años. Por eso se agradecen tanto discos como este Bar Mediterraneo, segundo disco del dúo Napolitano de neo disco Nu Genea, en el cual dan rienda suelta a un concepto completamente global y disfrutón de hacer música. De hecho, eso del “bar mediterráneo” es una especie de lugar imaginario donde la gente de cualquier lugar puede juntarse a hacer música. Y precisamente eso es este disco, en el que el dúo ha colaborado con un gran número de artistas, que aportan sus culturas al soleado concepto de la música de baile que este dúo ha plasmado aquí a la perfección. Un disco con el que siempre será verano en tus orejas.

Canción destacada: “Tienaté”

En el número 2, otra de las grandes noticias del año: el último disco de la gran Natalia Lafourcade. Una artista que lleva mucho pareciéndome una de las más relevantes, desde el punto de vista de música global, de nuestro tiempo. Y es una gran noticia, porque si bien estos últimos años ha editado los dos volúmenes de Musas y los dos de Un Canto Por México, esos discos, aunque contenían alguna que otra canción nueva de su autoría, mayoritariamente estaban conformados por versiones y otras lecturas de sus viejas canciones. Por eso este De Todas Las Flores, su primer disco de material enteramente original desde aquella obra maestra que fue Hasta La Raíz, ha sido, al menos para mí, una de las grandes alegrías de este año. Porque además, es un disco que ha superado todas las, ya de por sí grandes, expectativas depositadas en él. Un disco de canciones inmensas, fantásticamente producidas, que aúna a la perfección la sensibilidad pop de su autora, con la tradición sudamericana que ya hace tiempo que explora. Una obra capital y hermosa que se recibe con especial alegría en estos tiempos aciagos.

Canción destacada: “El lugar correcto”

Beach House, tras los doce años transcurridos desde el monumental Teen Dream, obra referencial del pop de este siglo XXI, se han convertido por derecho propio en unos clásicos. Su forma de hacer música ha trazado una discografía sin mácula, pero quizá faltaba dar un pequeño golpe de timón que nos recordara a su público que siguen siendo un universo en sí mismos. Ese golpe de timón ha llegado con Once Twice Melody, un monumental disco doble que ellos fueron publicando por piezas a modo de epés en redes de streaming y que al final forma un todo de una belleza absolutamente apabullante. Un disco perfecto, de melodías infinitas y atmósferas vaporosas como sólo Victoria Legrand y su compañero Alex Scally saben hacer. 18 canciones que son, además, probablemente de lo más pop que ha hecho el dúo y que en conjunto funcionan como una pequeña capilla sixtina en la que refugiarse en momentos de zozobra, y no es que me ponga religioso, pero uno no puede evitar despertar un poco la espiritualidad ante tal galaxia de sonidos como la que nos proponen aquí Beach House.

Canción destacada: “Only you know”

Nuestro número uno del año en esta lista de Caramelos ha sido el disco de Beach House, pero además de ese y de todos los demás, tenemos otro fuera de carta, como dicen en los restaurantes. El motivo de situarlo así, es que se trata de un disco que en mi opinión merece destacarse de un modo separado, porque ha roto todos los cánones establecidos. O si no todos, muchos de ellos. Motomami, de Rosalía, me parece un disco superlativo y rompedor en muchos sentidos. Tanto en un sentido musical, como audiovisual, de promoción, de empoderamiento personal y cómo no, de polarización de una opinión pública que se ha tomado esto como si fuera la guerra de Ucrania. He asistido a discusiones encarnizadas por motivo de su existencia y yo mismo he tenido algún que otro disgusto por defenderlo. Así de absurda es la vida. Así de absurdos y de intolerantes son algunas y algunos, incapaces de entender que la música es música y que si algo no te llega, no hay porqué tacharlo, ni recriminar a los que sí lo encuentran interesante o directamente les epata. A mí, como digo, me parece, tras escucharlo durante todo el año, un disco poliédrico, que retrata a la perfección su contexto y que es magnífico en su sabia combinación de culturas y sonidos. Un disco que representa el signo de los tiempos y que me parece necesario dejar aquí especialmente destacado en mi resumen del año, puesto que, ante todo, para mí su escucha ha supuesto algo muy importante. Me ha abierto la mente en muchos sentidos y sobre todo, lo he disfrutado.

Canción destacada: “La fama”

Y sin más nos despedimos, esperando sinceramente que esta lista os sirva de guía, descubrimiento y disfrute. Y cómo no, os deseamos felicidad, sea cuando sea el momento en que nos leáis. Y si lo hacéis en el momento justo de publicación de esto, feliz año nuevo.

Y como regalo de navidad, unos cuantos discos más que también nos encantan…

  1. Fernando Rubio – 20th Century (Escucha)
  2. Satellites – Satellites (Escucha)
  3. Johnny B. Zero – Violets (Escucha)
  4. Michael Rault – Michael Rault (Escucha)
  5. Bobby Oroza – Get On The Other Side (Escucha)
  6. Hank Idory – Sentimental Jamboree (Escucha)
  7. Big Thief – Dragon New Warm Mountain I Believe In You (Escucha)
  8. Los Estanques & Anni B. Sweet – Burbuja Cómoda & Elefante Inesperado (Escucha)
  9. Algo – Algo (Escucha)
  10. Melody’s Echo Chamber – Emotional Eternal (Escucha)
  11. Triptides – So Many Days (Escucha)
  12. Depresión Sonora- El Arte De Morir Muy Despacio (Escucha)
  13. The Stroppies – Levity (Escucha)
  14. Damien Jurado – Reggae Film Star (Escucha)
  15. Molly Nilsson – Extreme (Escucha)
  16. Triptides – So Many Days (Escucha)
  17. Tchotchke – Tchotchke (Escucha)
  18. Graham Day – The Master Of None (Escucha)
  19. Belle & Sebastian – A Bit Of Previous (Escucha)
  20. Parade – Mares Poco Profundos (Escucha)

Pero como decía Súper Ratón, NO SE VAYAN TODAVÍA, AÚN HAY MÁS!! Una sabrosa playlist, que hemos titulado como una de las inmensas canciones que pueblan el último disco de Natalia Lafourcade (nº 2 de nuestra lista), con un número obsceno de canciones que nos han tocado la patata a lo largo de este 2022. Esperamos que la disfrutéis.

Hola!!!

Bievenido

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